sábado, 29 de marzo de 2008

E l e v a c i ó n



LX


Actuo al impulso
de mi inteligencia intuitiva.

Lleno de júbilo sagrado
el recinto de la soledad
que me domina,
sin miedo de la profundidad
ni de la altura.

Soy, un remanso de paz
en el puro centro
de la eterna Energía:
un relámpago fugaz,
aquietado y consumido,
en la noche oscura y fría.

En el hálito de un tiempo
nimio y aparente,
soy, crisálida fulgente,
que se alza, liberada,
a su estado natural
y permanente.

¡ Amor, soy toda tuya!