LXII
Con vértigo, me asomo, incrédulo,
al verde valle de tus ojos claros.
Y, ¡ no encuentro mi imágen reflejada!.
Mis lágrimas amargas, forman en tu pecho
verdes cascadas.
El cristalino lago que me albergaba,
hoy es, oscuro abismo silencioso,
azabache impenetrable y tenebroso,
opaco cristal,incapaz de retratar,
el puro amor con que te amaba.
Olvidaste, mandándome a este exilio forzado,
aquella transparencia, aquel estallido de alegría,
que nos unía y nos juntaba.
¡ Ladrona taimada! : Todo dejó de ser.
Un fundido en negro, disipó las luces encantadas.
Ahora, naufrago soy, piloto sin rumbo,
timonel sin timon, escorado mi barco
por los vientos crueles del desden y del rechazo.
¡ Mañana, si alcanzo la otra orilla, retomaré la vida,
que me ha sido vilmente arrebatada!.
Con vértigo, me asomo, incrédulo,
al verde valle de tus ojos claros.
Y, ¡ no encuentro mi imágen reflejada!.
Mis lágrimas amargas, forman en tu pecho
verdes cascadas.
El cristalino lago que me albergaba,
hoy es, oscuro abismo silencioso,
azabache impenetrable y tenebroso,
opaco cristal,incapaz de retratar,
el puro amor con que te amaba.
Olvidaste, mandándome a este exilio forzado,
que nos unía y nos juntaba.
¡ Ladrona taimada! : Todo dejó de ser.
Un fundido en negro, disipó las luces encantadas.
Ahora, naufrago soy, piloto sin rumbo,
timonel sin timon, escorado mi barco
por los vientos crueles del desden y del rechazo.
¡ Mañana, si alcanzo la otra orilla, retomaré la vida,
que me ha sido vilmente arrebatada!.