lunes, 24 de noviembre de 2008

11. P r o m e s a



El agua tensa,
manto de malvas
y pétalos rosados,
el remo increíble,
en chapoteo suave,
el ocaso asombroso,
en mi alma trémula,
la barca que llega
a la playa de arena,
y, ¡tú que me esperas!...

Nuestros pasos ligeros,
hollando los acantilados,
esa música tenue,
que envuelve tu cuerpo…

Te recuerdo mojada,
empapada de mar y de luna,
con el labio encendido
en el rumor de las olas
y el gris de las rocas,
aun sorprendida
por la llegada súbita
de la creciente aurora.

Y, dijiste, enamorada,
mientras el rubor del alba
encendía tus mejillas:
¡te querré mas todavía!...

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12. T u d e s t i n o






Llega a su fin la noche,
y no morderá el lobo tu carne.

¡Es la hermosa hora de iniciarte!.

Está trazado un sendero,
¡desde hace lustros!,
para que tú, lo andes.

Cuando amanezca, ondeará al viento
tu divisa y tu estandarte.

Y, en llegando el día,
¡regálame tu primera sonrisa!,
la que jamás ha visto nadie.

¡Vamos a compartir eternidades!.




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miércoles, 19 de noviembre de 2008

9. C a d a q u é s ( 1. )




Como besos, llegan las olas,
con sus labios abiertos
en rizadas sonrisas.

La tarde se acuesta…
¿a quién robaste los ojos?,
verdes esperanzas de agua y sal.

¡Hoy, he visto a Dalí en Port-lligat!.

Cadaqués no duerme,
vive ese palacio encantado,
copiando sueños de luz
en su asombroso cristal.

Y, como la tensa vela
que restalla de gozo,
mientras jugando la proa
lanza rocíos al viento,
tu mano y la mía,
han hallado alas blancas,
brisas nuevas para volar.





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10. C a d a q u é s ( 2. )





Verdi-plata son en invierno,
las hojas del olivar.

¡Azul, blanco y gris!,
gris de roca, blanco de cal,
azul en el aire, azul en la mar.

¡Mi barquita marinera y chiquita!,
es pequeña como un dedal.

Aleteo de gaviotas,
rumor de espumas
gravitando sobre mi paz.

Cadaqués, desprendido del paraíso,
recostado sobre la mar,
empinado, curvo y femenino,
sirena que silbas al cantar,
magia de la “tramontana”,
enhebrada en el campanar.





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viernes, 14 de noviembre de 2008

6. A m o r




Una mutua sorpresa,
un vuelo de palomas en el alma,
un rubor disimulado, un bienestar.

Sentir más hermosas las estrellas
desde un doble mirar.

Encontrarse, cada uno, a sí mismo,
en un soplo de belleza
que barre todo lo demás.

Una dulce melodía,
que no habías oído jamás.

Experiencia de cuerpos sudorosos
en un entrecortado jadear.

Afrontar unidos los problemas,
en confianza y libertad.

Eso…y ¡mucho, mucho más!.



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7. ¡ L l á m a m e !




Si estas en el límite del ahogo,
si estas sediento,
¡llámame!;
yo, vendré como el soplo del viento,
acariciando tiernamente tu cuerpo.

Cuando el hielo de la noche
apague tu lamento,
¡llámame!,
y, vendré sobre tu blanco pecho,
como lluvia de fuego o incienso.

Cuando la vida se te haga hierro,
y el dolor sea tan fuerte
que tengas miedo,
¡llámame!,
que vendré desde el abismo
a compartir tu duelo.

Y, ¡no desfallezcas, amor!,
¡fija en mí tu pensamiento!.




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8. H u i d a






Me fui, peregrino,
con mi sed de aguas azuladas,
en pos de un sueño infinito.

En el asombro de mi mismo,
era un pájaro brillante,
ingrávido, huido de mi nido.

¡Libre!,
con una enorme sensación
de plenitud, de oxígeno.

Alcé un vuelo único,
explorando ansioso mí destino.

Y, aventurero enloquecido,
perdí mi rumbo,
buscando los confines de este mundo.

¡Pero… un dardo amoroso, envenenado,
a tu lado me retuvo!.

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jueves, 13 de noviembre de 2008

3. S o y . . .





Soy como la cresta de la ola,
que emerge un instante
y entre espumas agoniza.

Soy ese sendero olvidado,
que se desvanece calladamente
en la maleza umbría.

Pero, ¡me siento arañado
de estrellas repentinas!.

¡Rueda, rueda insaciable,
palabra nueva y encendida!.
¡Rueda, aroma, pájaro o dicha!.

¡Quiero que lleguen a tu cuerpo,
como gotas turbulentas,
todas mis caricias!.






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4. C o n o c i m i e n t o





Quiero saber, curiosidad,
que llevas en tu alma,
que llevas en tu cuerpo,
que llevas en tu paz.

Navegar quiero,
tan ancho y bonancible mar.

¿Es un coral o un rubí,
el que aletea tembloroso
en tu mirar?.

Quiero saber, interioridad,
que es ese fuego
que tú me das.

Saber si mañana, contigo,
será la vida más bella
al despertar.




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5. A p r e n d e r a o l v i d a r





Es nuestro cariño un entrechocar
de rocas y de espumas,
que se quieren abrazar.

Aprenderé, pues, a olvidar
las heridas que nos hicimos
sin pensar.

Aprenderé a olvidar
esas cosas que fueron empañando
la pureza del cristal.

Esperaré a que el día se desmaye
para hacerme perdonar.

Y, ¡será más redonda la luna,
será la distancia más corta,
y, será más ligero el andar!.



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miércoles, 5 de noviembre de 2008

1. L i b e r t a d



Amenazante la tormenta,
y tú, quisiste construir
esa casa nuestra sin huerto.
Un horizonte cerrado,
sin desiertos inmensos,
ni océanos ilimitados.

¿Acaso no sabes, amor,
que sin aire me ahogo
y sin libertad me muero?.

Soy pescador de mar adentro,
gorrión que vuela incesante,
sin jaulas y sin dueños,
señor de espacios infinitos y abiertos.

¡Tengamos nuestra alma desplegada,
blanca y ancha vela,
que recoja, toda entera,
la rosa multiforme de los vientos!.

Piénsalo seriamente:
¡no es que no te quiera, no!.
Es…que huyo del temor,
del fingimiento y del miedo.

Simplemente, intento ser auténtico.



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2. C o m u n i c a c i o n



Cuando te fuiste, amor,
trepó por mi cuerpo
un aroma de algas,
un hálito salado y repentino.

¡Me llegaron, atropelladamente,
todas las palabras,
que antes, no te había dicho!.

Se quedó tu nostalgia,
prendida en algún hilo,
y, guardando tu recuerdo,
permanecí, largamente, contigo.

¡Cuántas horas susurrándote,
en el silencio malva del crepúsculo,
canciones que arrullaron tus oídos!...

No tardes en volver, cariño.
¡Quiero repetirte, quedamente,
todas las palabras,
que todavía no te he dicho!.


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