sábado, 13 de diciembre de 2008

19. T u h u e l l a






Un día se aplastaron
tus manos en mi pecho,
y, me quedó tu huella,
como marca y como flor.

Cruzaste, encendida flecha,
relámpago liberador,
mi doliente espera,
mi hastío y mi dolor.

Sopló el viento y,
en la carcomida encina,
¡la luz nació!.

¡El mundo, era ajeno
a la alegría
que floreció en mi pasión!.

En ese instante
de amor y vida,
fuimos ya, uno, en los dos.



* * * * * *


20. E l c i e l o






Cuando el pecho estalla,
¡semillas de retama en verano!.

Cuando los labios se abren,
¡destellos de luz en la noche!.

Cuando las miradas se cruzan,
¡planetas universales!.

Cuando se abrazan los cuerpos,
¡pinceladas rojas en la tarde!.

Cuando tú y yo soñamos,
cuando, amorosamente, nos vivimos,
¿acaso, no sabemos, que el cielo
no está lejos?.



* * * * * *






21. M o m e n t o







¡Que radiante está la noche,
con la luna bañando tu cuerpo!,
¡que ansia de vivir la vida,
tendido sobre tu lecho!.

¡Que segundo sin tiempo!.

Voy a dejarlo todo
y habitaré contigo,
bajo la sombra de los abetos.

¡Abandonarse al momento!...

¿No seríamos capaces, amor,
de parar así, al tiempo?




* * * * * *

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